Paul MásCarne... cuándo se deja de hacer plata?

Es bien fina la línea entre las ganas de hacer algo por dinero o por amor al arte. No propongo que las cosas se hagan de tal o cuál manera, cualquiera de estos caminos puede ser válido siempre y cuando se explique claramente qué se pretende. Ahí viene el ingenuo dicho de la socialdemocracia sueca “avísame si me estás robando!” es decir, no te hagas el sueco. Como diría mi amigo Raol: ¿Qué le pasa a Mcartney?, tremenda lacrilla.

Para analizar la música de un personaje musicológico, producto de cierto embiste entre psiquis, influencias sociales, biología y destino esquivo, tenemos que observar al Paul desde sus adentros. Desde Lima - Perú - al fondo hay sitio - percibimos que Paul la pasó mal después de los Bitles, bueno no tanto. Un tiempo estuvo tirando cintura entre compañeros de banda, haciendo hits y torturandose (tortugandose) por la suerte de las tortugas de mar, focas bebé y otras especies animales que no tendrían ningún reparo en matarnos si pudieran. No entiendo porqué nadie se preocupa por las arañas caseras.

El hecho es que Chaos an Creation in the Backyard no salió malo, 3 soles en Jesús María y no cuesta nada escucharlo si te lo regala Carlos Francisco por navidá, así cañón!. El sonido bacán y la instrumentación precisa. El productor es uno nuevo para Paul pero viejo en el negocio. Le dijo a Pablo, mira compare tú serás el más más pero mi chamba no la toca nadie, así que si quieres trabajar conmigo no te metas. Es decir le trazó su línea con tiza y Pablito no tuvo otra que mantenerse al margen de la mezcla e ingeniería de sonido. Resultado final, a Pablito no le gusta el disco, dice que esa no era su intención, pues que pena ¿no? Me salen lágrimas de caimán. No pues, él hubiese preferido dejarnos nuevamente en la duda si el genio de los Bitles no fue solamente john o jhon como se dice por acá (dicho sea de paso, felicitaciones por la maratón) y darnos una cagada como la que hizo con el Let It Be Calato tras varios años de llenarse de picapica porque el disco le quedó bien chévere a Phil “yo no la maté, se murió sola” Spector y no a él.

Tratando de redondear la verborreica, diría que el disco me gustó, no está mal como una obra menor. Pero nada del otro mundo o mejor dicho ya vives en otro mundo Paul, en varios momentos le faltan ganas y parece que solo quieres hacer plata, no aporta nada nuevo a la música. Solo hace música porque le gusta su yate, es decir, en su último tour por Japón ya vió la pierna biónica que quiere para su esposa y saco el disco para juntar billete (a tocar el claxon). Paul tiene cosas interesantes pero existe un momento en que uno tiene que dar un paso al costado, reinventarse… digo, nadie aprendió nada de Syd Barret! En fin, al comienzo pensé hablar sobre la delgada línea rosa entre el dinero y el arte, pero de eso más saben ustedes.